Una perra llamada Shasa pastor alemán, cuando el padre de la niña salió a buscarla porque pasaron los minutos y Milena no aparecía, empezó a llamar su atención con desesperación. Lloraba, ladraba, hacía lo que fuera.
Al no poder conseguir la atención del dueño la perra no se lo pensó dos veces y cruzó la calle a gran velocidad, se metió en una casa y se tiró a la piscina.. El padre de Milena corrió detrás de la perra y también se lanzó a la piscina, donde la pequeña flotaba gracias a los esfuerzos de Shasa, la mascota de la niña y su familia.
Después de sacar de la piscina a Milena, fue sometida a maniobras de asistencia cardio respiratoria, y luego en un centro médico, ingresada, donde 48 horas después la pequeña fue dada de alta sana y salva.
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