14 de abril de 2015

Esperanza orgullosa

No pierdo la esperanza, pero confieso que
me está costando llevarla, eso no me consuela.

Dichosas las palabras que se malinterpretan, 
dichosas la palabras que se tergiversan, se manipulan
y se confunden, que nos llevan a la amargura.
También se las lleva el aire, desaparecen, y se esfuman.

No pierdo la esperanza, pero confieso que
me está costando llevarla, eso no me consuela.

Mi esperanza debe prevalecer, debe seguir en mi,
debe ayudarme a seguir, a mirar hacia adelante. Hay
que ver como son las cosas, como te cambia la vida,
como te reconcomen tus errores cometidos.

No pierdo la esperanza, pero confieso que
me está costando llevarla, eso no me consuela.

Orgullo humano, tan crudo e importante al mismo tiempo
que de evitarte problemas, también los atrae. Maldito orgullo 
que ciega la mente más bondadosa del mundo, cubriéndote
los ojos con su fuerza descomunal acechándote cada instante.

No pierdo la esperanza, pero confieso que
me está costando llevarla, eso no me consuela.

By me.

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